martes, 31 de julio de 2012

Querido Abuelo...

Me enorgullece poder escribirte esta carta en el día de hoy, porque estás sin cuerpo ya, ahora estás en el cielo, con parte de tu familia y sin sufrimiento alguno, me duele saber que algún día de tu vida sufriste, sufriste  por muchas cosas, pero aún así asta el día de tu muerte ayudaste a todos aquellos que lo necesitaban.
Me enorgullece saber que estás conmigo, se que en los momentos más terribles, aunque yo no tenga paciencia para fijarme en el mundo de los muertos, TU estás conmigo, se que me vienes a visitar, y más aún a tu hijo, GRACIAS por eso, pero a día de hoy yo DUERMO CON TU FOTO, sabes? Me gusta mirarla antes de quedarme dormida, y cuando estoy mal y me voy a dormir, la miro, porque como siempre estabas riendo, es la foto que me da ánimos para seguir adelante, gracias por esa cálida y bonita sonrisa, porque las sonrisas no solo son bonitas cuando hay unos dientes blancos como perlas, la sonrisas son bonitas cuando te lo dicen todo si apenas decir una sola palabra, cuando te transmiten ese sentimiento de calma, el sentimiento de que todo se arreglará y de que no estás en peligro, el sentimiento de cercanía y de protección, el sentimiento de que estarás ahí para toda la vida, el sentimiento de que mi familia durará para siempre, el sentimiento de amor y de humildad, el sentimiento de que la muerte no es el final.
GRACIAS.

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